Cultura y manejo sustentable de los recursos naturales

Abstract

Este libro en dos volúmenes responde a la necesidad de dilucidar cómo las políticas y prácticas de manejo sustentable de los recursos naturales pasan por la mediación de la cultura. Originado en el marco del proyecto “Prácticas tradicionales y manejo integrado de recursos” desarrollado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades de la UNAM, este trabajo coordinado por Enrique Leff, Julia Carabias y Ana Batis en 1987, ofrece dar soporte y mostrar la viabilidad de un paradigma ambiental alternativo donde la dimensión cultural juegue un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas. Los ensayos y estudios de caso que lo componen plantean la cuestión de que las formaciones socioculturales de México y América Latina reconocen y utilizan sus recursos naturales, con la cultura como mediadora de la evolución biológica, y reflexionan sobre la posibilidad de esos saberes ambientales puedan recuperarse, legitimarse y aprovecharse para orientar las prácticas productivas futuras y el desarrollo científico-tecnológico. Abordan el hecho de que las identidades condicionan el desarrollo natural y cómo algunas comunidades campesinas e indígenas se adaptan a los cambios tecnológicos entretejiendo su racionalidad cultural con la racionalidad tecnológica. Al mismo tiempo los estudios incluyen diagnósticos sobre la diversidad y el potencial aprovechamiento sustentable de los recursos en diversos contextos culturales y geográficos, y estrategias de manejo tradicional de los recursos dentro de las políticas de gestión ambiental. El trabajo de Enrique Leff estudia los diferentes procesos culturales que conforman el nivel de productividad cultural de un paradigma productivo ambiental. Cuestiona el modelo económico construido sobre la lógica del mercado, y del capital y el trabajo como factores productivos fundamentales. Asimismo plantea la posibilidad de un proceso de producción fundado en la articulación de tres niveles de productividad: ecológica, tecnológica y cultural. Muestra que los principios de identidad étnica y pluriculturalidad constituyen bases de un modelo de desarrollo ecológico a través de la participación comunitaria en la administración de los recursos naturales.